La vida son desafíos. En el el fondo es eso lo que nos mantiene vivos. Las metas, aquellas que queremos conseguir: alcanzar una nota, sacar matrícula, hacer ese truco que no te sale, cocinar una nueva receta, aprender un idioma. ¡Todo son desafíos!
Fue el momento en el que no tuve desafíos cuando me sentí perdida y vacía.
Necesitaba buscar nuevas metas, nuevos retos y conseguirlos. Luchar por conseguirlos .
No sabéis lo insulsa que puede llegar a sentirse una persona sin objetivos.
Por eso decicidí irme.
Supongo que siempre había pensado que lo nuestro ya lo había conseguido.
Y ahora, no solo se ha convertido en desafío el hecho de cambiarlo todo.

Olvidarte también es un desafío.



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